Le das play a tu rutina y comienzas a escuchar el ritmo de la música, posteriormente escuchas a Leny y te da la señal de comenzar a pedalear. Durante los próximos minutos será un reto seguirlo, sin duda, pero vale la pena porque terminas con una sonrisa en la cara y la playera bañada en sudor.

Después de entrenar lo último que quieres es que esa sonrisa se quite porque tienes dolor de cabeza o desaprovechar minutos de entrenamiento porque te dio mucha sed. Es por ello que es importante mantener tu hidratación.

Las rutinas de bici estática suele sacar muchos líquidos y electrolitos de nuestro cuerpo, los cuáles necesitamos reponer. Idealmente debes hidratarte antes, durante y después.

No hay nada peor que comenzar deshidratados. Para asegurar que puedes dar tu máximo durante la rutina mantén tu hidratación a lo largo del día, asegúrate que tu orina sea abundante y clara. Y 15 – 30 min antes de empezar a pedalear toma G-ACTIVE® de tu sabor favorito.

Durante tu clase Leny te dirá cuándo es momento de hidratarte. Sin embargo, sí sus recordatorios no son suficientes y tienes sed, no dudes en tomar más G-ACTIVE® cada vez que lo necesites. Si estás realizando tu rutina en un cuarto caliente y sudas mucho, es probable que necesites  más.

Este paso es el más importante, especialmente en rutinas de bicicleta estática, ya que en sujetos entrenados que sudan mucho se ha visto que pierden hasta 2 – 3 litros por hora, es una cantidad enorme. No quiere decir que todos perdamos lo mismo, ya que esto depende de nuestro nivel de entrenamiento, la intensidad con la que realizamos la rutina, la ventilación y la temperatura del ambiente, etc. Pero siguen siendo resultados de sudor muy elevados en comparación a otras actividades.

Cuándo termines tu rutina es esencial que repongas todos los fluidos que perdiste. Para ello toma nuevamente G-ACTIVE®: agua + sales minerales que te hidrata sin calorías.